CANTO DE AMOR ANARQUISTA
Cuando el sargento Viñuelas entra en el salón de plenos del ayuntamiento de Moclinejo se
queda con la boca abierta y los ojos redondos como platos al observar la escena que alli se representa. Viendo lo que ve no puede reprimirse y pregunta a gritos a los alli presentes:
¡Pero se puede saber que coño pasa aqui con vosotros...!
El miliciano anarquista de la F.A.I. que ocupaba sentado en toda su extension el sillón de la alcaldia con los dos pies bien apoyados sobre la mesa, termina de limpiarse con calculada parsimonia los restos de nicotina vieja que tiene incrustados entre los dientes con la punta de un palillo. Levanta los ojos hacia el techo con mirada de perdona vidas y observa con indiferencia al sargento Viñuelas que permanece firme en medio del salon rodeado de un cabo y tres soldados todos armados.
-Aquí pasa sargento, comenzó ha hablar el miliciano dando un fuerte puñetazo en la mesa, que los que mandamos somos nosotros los de la FAI, que para eso hemos sido los primeros en tomar el pueblo echándole cojones. Y como esta ordenao pòr el mando, ya hemos creado un comité revolucionario pa sustituir al alcalde y gobernar este pueblo mientras no se nos ordene otra cosa. Porque segun han llegado noticias a mis oidos, vosotros los militares se os sabeis quedado en Málaga dudando que bando tomar y escondidos como borregos en los cuarteles-
Desde el fondo del salón los seis milicianos que le acompañaban como escolta se adelantan con decision para arroparle cerrando filas junto a su jefe.
-Y que pensáis hacer con ese desgraciado…. Pregunta Viñuelas señalando con el dedo indice al hombrecillo gordinflon que tenían maniatado a una silla con un ojo morado y el labio inferior partido de un cinchazo.
-Y a ti que carajo te importa lo que hagamos con el sargento....-
Aquellas palabras mas que una respuesta, le sonaron como un cañonazo seco en los oidos al sargento Viñuelas tampoco acostumbrado a aquellos actos de indisciplina que ademas tenían la virtud de encenderle la sangre. Porque desde que se inicio toda aquella barbarie forjada por los españoles, Viñuelas tenía bien asumido que con una banda de hombres indisciplinados y anarquicos como eran todos ellos no se podria ganar jamas la guerra.
Estos pueblerinos analfabetos se piensan que por vestirse con un mono azul, un gorrillo, gritar tres o cuatro consignas y dar dos puñetazos en la mesa van a acojonar facilmente a los fascistas, reflexiono armándose de paciencia.
