sábado, 31 de mayo de 2008

Cartas de la nostalgia II


Cartas de la nostalgia II

Santiago de Cuba el 24 de Diciembre de 1897

Amada Prisca:

He elegido este día para escribirte porque hoy es el día de Navidad, y os añoro a todos.
A ti, mi gran amor, la primera. También a mis padres y a los tuyos. A mi hermana. A todos mis amigos. Echo de menos el calor del hogar y la fiesta en el pueblo. La nieve,
cubriendo con su manto blanco, la torre de la iglesia. El musgo y el acebo, decorando el nacimiento
Aquí, sin embargo, luce el sol, con toda su fuerza. La Navidad es extraña al
menos para mi, instruido en otras costumbres.
Estas fechas tan señaladas, se distinguen aquí de un día de diario, porque no tenemos instrucción y nos darán vino de La Mancha y pollo en pepitoria en el " rancho " de la cena. Todo un banquete.
Como siempre serán los andaluces los que animen la noche. Han fabricado
con vejigas de cerdo, panderetas y zambombas, tienen una guitarra, campanillas y castañuelas, vamos a cantar villancicos hasta las primeras luces del alba.

Sera una noche muy larga, con tiempo para buscar tu cara de luna, reflejada
en el espejo de las estrellas. Para adorarte, irreverentemente, en el altar de mis deseos. Para iluminar mis sombras, con la clara luz de tus ojos, profundos y negros, de reina mora.

Quisiera, desbocarme por tu espalda, al galope de mis besos. Acariciar tu nuca, electrizar tus huesos. Anillar, los rizos de tu pelo, como alianzas en mis dedos. Soñar, amor,
despierto, teniéndote de frente, para saborear tus caricias, gozar, mientras bailas, con el arte con que mueves la cintura, puro sentimiento, mágico, como el rasgueo de una guitarra atravesando el aire, esencia en carne y hueso de un angel.Crear la ilusión de un momento. Necesito fabricar una quimera y ser, alquimista de tus sueños.
Es pura fantasia, lo se; pero ella, me alimento.

Para sentir tus latidos, para quemarme en tu aliento, para acariciar tus mejillas, tu cuello de garza, tus duros y prietos senos, que son mi mayor tormento. Es imperioso
vivir, volver en un barco aunque sea velero, arrastrado por una nube, que henchida por el viento,
ponga proa a España y atraque conmigo dentro, junto a tu casa, en plena calle del " Calvario" tu, estarás esperándome, oliendo a jara y romero, vestida con mil jazmines y lirios, blancos y azules, adornando tu pelo.
Es día de Navidad, ¡Cuanto te echo de menos!


Muchos besos para mis padres y los tuyos. Para ti mi amor mil besos


Constantino

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